Cuando una persona decide crear su propio proyecto empresarial, dentro del Plan de empresa, debe estudiar y analizar con mucho detenimiento todos aquellos ámbitos que afectarán a sus relaciones comerciales futuras, en tanto, que se está creando un nuevo sujeto en el tráfico mercantil con personalidad propia. Es por este motivo que hay que tener muy bien definido cuál es la mejor forma jurídica que debe acoger el proyecto empresarial (sociedad mercantil, sociedad profesional, cooperativa, autónomo…) y también deberá tener en consideración todos aquellos aspectos legales relativos la constitución de la empresa de nueva creación y todos aquellos aspectos que se derivan de su actividad.
Por este motivo, de forma muy extractada, se quiere dar a continuación, una pauta y una serie de consejos para el emprendedor que tiene la valentía de creer y hacer nacer su proyecto: Aspectos que el emprendedor a nivel jurídico debe tener definido:
- Forma jurídica y constitución legal de la empresa.
Definir bajo qué persona queremos actuar ante terceros, si como personas físicas empresarias (autónomos) o crear una nueva persona jurídica concreta (Sociedad civil, sociedad anónima, sociedad limitada, cooperativas …). - Permisos, licencias y obligaciones registrales.
Previamente a iniciar la actividad, se tiene que valorar y validar que las actuaciones que queremos emprender podrán disfrutar de los permisos y licencias municipales (licencia de obras, licencia ambiental …). Y por otra parte habrá que cumplir con todas las obligaciones registrales para que quede constancia del nacimiento de la nueva empresa. - Grado de responsabilidad de los socios dentro de la propia empresa.
Este factor será determinante para escoger el tipo de empresa que se constituirá. - Nombre comercial, marcas y patentes.
Deberá valorar cómo se quiere identificar en el tráfico mercantil, y proteger el mismo con las máximas garantías mediante el registro de la marca, valorando de manos del experto estos extremos. - Obligaciones fiscales y tributarias.
Debe detallar todas las obligaciones fiscales que incidirán en el desarrollo de su actividad empresarial, y si está sujeto, y en qué modalidad los diferentes tributos: Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF); Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA ); Otros impuestos - Seguros.
También deberá considerar los seguros obligatorios que deben contratar necesarios según la actividad de la empresa, así como el tipo de coberturas que sean obligatorias. - Contratación.
Deberá dejar recogidos los tipos de contratos a utilizar en la relación entre el empresario y sus proveedores y clientes. Y por tanto, deberá documentar todos los derechos y obligaciones que nazcan de estas relaciones. - Ámbito laboral.
Como empresa deberá tener en consideración la adopción de políticas de contratación con los trabajadores, y dar de alta los mismos así como el centro de trabajo.
Estas son unas medidas vitales para la responsabilidad de la empresa. - Protección de datos.
La empresa tendrá acceso a un conjunto de datos personales que nacen de sus relaciones con clientes, proveedores y los propios trabajadores. Y por tanto, será necesario que proteja los derechos de todos los titulares de los datos de conformidad con la normativa de protección de datos.
Todas y otras cuestiones son las que inicialmente el emprendedor debe tener perfiladas para tener las máximas garantías de que su proyecto empresarial arranca con el empuje y la fuerza que requiere.
Y por supuesto, en todo este trayecto, es necesario que se apoye con el asesoramiento de profesionales que puedan satisfacer cualquier duda y ayudar a minimizar los riesgos que puedan derivarse de su actuación empresarial.
En todo momento, desde Camps Abogados recibirá el mejor asesoramiento y los consejos para poder emprender.